
Nuestro primer trio MHM
Espero que este relato totalmente verÃdico le sirva a alguien a poder realizar su sueño de un trio. Ante todo quiero decirles que somos un matrimonio normal como cualquiera con bastantes años de casados, con hijos y bien afianzado. Les voy a dar nuestros nombres, claro que no son los reales. Mi esposa Ana, su amiga Lucia y yo Carlos. No se exactamente en que momento comencé a pensar en sumar a alguien al sexo entre mi esposa y yo, la cuestión es que la idea iba tomando forma y cada vez con mas ganas. Yo ya estaba convencido de que querÃa hacer un trÃo MHM junto con mi esposa, pero habÃa un gran inconveniente, primero y fundamental, era convencer a mi esposa, tarea complicada, y segundo, quien seria la persona elegida.
Me dije, primero lo primero, a ver como hago para ir introduciendo el tema de manera que mi esposa no se de cuenta. Ana es una mujer de un buen cuerpo, 110-65-100, tiene unos pechos hermosos y muy buen culo. Lucia su amiga tiene un buen cuerpo con lindo culo y unas tetas chiquitas pero deliciosas. Comencé mi tarea de investigación por Internet, leyendo revistas swingers y más o menos ya tenia una estrategia de cómo empezar a introducir el tema sin que ella me dijera que estaba totalmente loco.
Cuando entraba en Internet entraba el sitios de intercambio de parejas y como quien no dice la cosa le mostraba y le comentaba, mira esto!!! Esta gente esta loca en hacer esto, para ver cual era su reacción, para mi sorpresa, no se sorprendÃa como pensé que pasarÃa. Luego compre una revista swinger. Cuando llegamos del trabajo nos sentamos a tomar algo y a comentar como fue nuestro dÃa. En una de esas conversaciones le comente que habÃa pasado por el kiosco de revistas y habÃa comprado una revista, se la di y nueva sorpresa se puso a hojearla interesadamente.
Cuando le pregunte que le parecÃa me contesto que era interesante. A partir de ese momento cuando hacÃamos el amor le decÃa lo excitante que seria compartir la cama con otra persona y vi que se calentaba muchÃsimo. Fui trabajando en este sentido hasta que creà oportuno hablar del tema más en profundidad. Después de varias charlas, intercambiando opiniones, en las cuales ella todavÃa no le cerraba el tema, pero bueno como dice el refrán, tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe, termine por convencerla y accedió a sumar a una mujer a nuestra relación.
Casi me desmayo al escuchar esto. Pero ahora venia otro tema complicado, ¿quien seria la persona elegida? Ella querÃa que fuera una mujer que no conociéramos para no involucrarnos. Publicamos avisos pero como sabrán es complicado encontrar una mujer, porque son muchos los que buscan y pocas mujeres solas. Asà que, después de un tiempo sin respuesta decidimos buscar por otros lados. La pude convencer de probar con alguien conocido, alguna amiga de ella. Comenzamos a ver cual de sus amigas reunÃa los requisitos y llegamos a la conclusión de que dos de sus amigas podrÃan ser las candidatas.
Luego de un análisis exhaustivo, Lucia resulto la elegida, claro esta Lucia todavÃa no sabia que habÃa resultado ser la elegida. Ahora, ¿como le decimos?, como le planteamos el tema y Lucia no nos tilde de locos. Lucia siempre venÃa a nuestra, asà que charla va charla viene fuimos introduciendo el tema a ver que opinaba ella. En chiste le preguntábamos que opinaba ella sobre el sexo de a tres a lo cual nos contesto que no tenia problema (claro siempre hablando en casos hipotéticos) pero bueno, fue un buen termómetro para saber que opinaba ella sobre el tema.
Lo siguiente fue invitar a Lucia a cenar. Para lo cual ya tenÃamos todo planificado. Dejamos a los chicos en la casa mis suegros. Mi esposa se compro una blusa totalmente transparente, no para usarla el la cena sino después. Cenamos charlando de todo un poco, el vino comenzó a desinhibirnos y la charla fue subiendo el tono. Terminamos la cena y pasamos a la sala para estar más cómodos y seguir disfrutando del vino, escuchando buena música. La charla siguió subiendo de tono hasta que le dije a Ana que le mostrara a Lucia la blusa que se habÃa comprado. Al rato viene Ana con la blusa puesta donde se le podÃa ver totalmente esas enormes tetas. Los ojos de Lucia casi se salen de orbita y se quedo con la boca abierta.
Ya el vino habÃa hecho lo que tenia que hacer, asà que le pregunte a Lucia que le parecÃan las tetas de Ana a lo cual contesto que eran espectaculares. Ana se acomodo en el sofá al lado de ella y continuamos la charla, yo estaba en otro sofá frente a ellas. Me di cuenta que Lucia no podÃa dejar de mirarle la tetas a Ana, le digo a Lucia si le gustaban las tetas de Ana y dice que si, me acerco a Ana y le agarro una teta y le digo a Lucia las tiene duras como piedra y le propongo que las toque para que vea, Lucia levanta la mano y le agarra la otra y se la apretó suavemente, en ese momento mi verga casi rompe mi pantalón , asà que me anime y le pregunte que opinaba sobre el sexo de a tres, me contesta que no tenia problema, en ese momento me levanto y me pongo frente a ellas, bajo el cierre de mi pantalón y saco mi verga que ya estaba por explotar, y se la acerco a la cara de las dos que estaban una al lado de otra.
Lucia sin titubear se metió toda mi verga en la boca y comenzó a chupar como loca, le tomo la cabeza a mi mujer, Ana, y se la acerco a mi verga que estaba siendo chupada por Lucia y la insito a que también la chupe, en ese momento se juntan las dos bocas tratando de disputarse la verga, para terminar en un tremendo beso de lengua de ellas dos. Aproveche para sacarme toda la ropa y mientras ellas dos se entretenÃan metiéndose mano por todos lados yo trataba de sacarle la ropa a ellas. Ya los tres en pelotas les dije que fuéramos a la habitación para estar más cómodos, cuando llegamos a la habitación nos tiramos en la cama y Lucia sin mas comenzó a chuparle las tetas a Ana, era un deleite ver como esta mujer se entretenÃa con esas enormes tetas.
Mientras ellas estaban ocupadas en lo suyo yo intentaba meter mi verga en algún lado, la muevo a Lucia un poco para ver su concha y tocársela un poco para ver como estaba, y realmente estaba muy mojada asà que me acomode para poder metérsela. Por fin se la pude meter y empecé a cogerla a Lucia mientras ella le chupaba la concha a Ana. La deje un poco a Lucia para atender a Ana, asà que la acomode con las piernas abiertas y se lo metà hasta el fondo, mientras Lucia seguÃa chupando las tetas, y asà seguà alternando con una y otra hasta que las bañe con mi leche que salÃa de una forma increÃble. Terminamos rendidos los tres pero solo fue un descanso para comenzar nuevamente.
Este fue el comienzo de una serie de encuentros de sexo donde los tres disfrutamos a pleno, todos contra todos.
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