INTERCAMBIO 4X4


INTERCAMBIO 4X4

Hace tiempo que tenía una fantasía sexual, casi toda una vida de experiencias y ninguna se acercaba al sueño de mi vida. Un sueño difícil, aunque no imposible de realizar.

De joven tuve unas cuantas experiencias con amigos, era mi época de adolescente y estábamos todos descubriendo el sexo, nos dedicábamos a masturbarnos unos a otros; siempre con amigos de mucha, mucha confianza y nunca más de dos en dos. Un sexo imposible de practicar si no era con uno mismo; teníamos pocas ocasiones de poder encontrar una chica o una mujer dispuesta a compartir su cuerpo con alguien que no fuera ella misma o alguien más mayor que nosotros.

La única posibilidad de intercambiar sexo era con personas del mismo que el tuyo. Y la verdad es que no faltaban amigos, vecinos y compañeros que se prestaran a ello. Siempre había alguien dispuesto a hacerte una paja y que tú se la hicieras a él.

Quisiera poneros en antecedentes, me llamo Ricardo tengo 40 años, estoy separado y mantengo una relación con una mujer de 39 años. Yo soy moreno, mido alrededor de 1.75cms. ,73 kilos de peso» complexión fuerte» y bastante normalito en cuanto al atributo masculino. Ella se llama Isabel, con 1.68 de altura, 63 kilos de peso y unos pechos de ensueño; lo que se dice una mujer envidiable, los hombres se vuelven por la calle para mirarla todavía y más de uno se empalma cuando la ve con minifalda y escotes. A ambos nos gusta mucho practicar el sexo, somos una pareja bastante activa en ese aspecto; pero la palma se la lleva ella. Es una autentica fiera en la cama (y fuera de ella); nunca se da por satisfecha, siempre se queda con ganas de más. Los dos tenemos una mente abierta, ahora un poco más que antes, como luego os podréis percatar, y ponemos mucha imaginación en la cama. Según pasa el tiempo nos vamos compenetrando más.

Siempre fantaseamos con meter a otras personas en nuestra cama, una noche mientras hacíamos el amor ella sugirió que fuéramos a algún sitio donde hubiera otras personas haciéndolo, que nos excitamos viendo a gente follando a nuestro alrededor.

Yo ya había indagado y visto lugares de intercambio en Internet. Sitios de parejas liberales donde se reúnen a realizar intercambios entre ellos. Al decírselo no le pareció bien, pues se creía que si íbamos tendríamos que entrar en el juego y hasta ese punto no estaba dispuesta.

No tarde en convencerla de que no tendría que aguantar a nadie ni nada qué no quisiera o quien la pusiera la mano encima sin ella desearlo, solo miraríamos y nada más; así que me puse a elegir un Pub liberal para llevar a cabo nuestro sueño.

Por aquella época ella ya sabía mi tendencia bi, reminiscencia de mi adolescencia y era otro motivo de fantaseo entre nosotros. Ella quería que algún hombre me penetrara mientras yo se la metía a ella y estaba como loca por ver como se la comía a otro hombre. Por fin una noche de sábado teníamos todo preparado, ella se había depilado el pubis hasta él ultimo pelo; tenía el coño como una niña pequeña. De vez en cuando lo hacía y a mí me volvía loco él vérselo así. Así yo me animé y me afeité los pelos de los huevos.

Llegado el momento entramos en el Pub. Y una joven muy guapa y alta, vestida con una minifalda de escándalo, nos atendió; lo primero que nos pregunto es que, si era la primera vez, a continuación, nos enseñó el local y después nos sentó en una sala llena de parejas que charlaban entre sí, nos comentó un poco las normas y costumbres.

Isabel y yo fuimos a bailar al cabo de un rato de observar a las parejas que entraban y salían del cuarto oscuro. Yo iba calentando el ambiente comentando a quien se tiraría o a quien me tiraría yo, fantaseando un poco, abriendo boca para luego atacar con todas mis armas.

Allí dentro no se veía nada, al pasar de la luz a la oscuridad nos quedamos un poco parados, Isabel y yo nos pusimos a bailar enseguida hasta que nuestros ojos se acostumbraron a la oscuridad; entonces pudimos ver a varias parejas «bailando» o como se llamara aquello. Había dos parejas en un rincón que estaban prácticamente desnudas, sobre todo ellas las ropas subidas o bajadas dejando al aire pechos y pubis. Una chica estaba haciéndole una mamada a un hombre sentado en un taburete mientras otro se la estaba follando por detrás y la otra mujer morreaba alternativamente con los dos hombres al tiempo que tocaba la entrepierna a ambos.

En otro lado una mujer estaba siendo objeto de magreos, caricias, masturbación y todo lo que se pueda imaginar por parte de tres hombres y dos mujeres; a la vez que los hombres tenían sus pollas fuera y alguna mano femenina se la meneaba no se diferenciaba a quien pertenecían las manos.

Todo aquello nos excito mucho, ver y oír aquello era lo más que nunca pensábamos que se pudiera ver y oír.

–Has visto como se lo pasan. -dije a Isa-. Nunca imagine un lugar así y a una gente tan liberal, da gusto verlos.

— Me estoy poniendo muy cachonda solo de verlos, pero vigila quien se acerca; no me apetece que me toque cualquiera. Además, otras parejas daban vueltas en busca de otras con las que empezar a acariciarse y demás.

No tardo en arrimarse a nosotros una pareja bastante interesante: él era algo más alto que yo, con bastante buen aspecto, bien vestido y atractivo; ella sería como yo de alta muy esbelta con unos pechos más grandes que los de Isabel y guapita de cara, pelo moreno con melenita.

Nosotros nos dejamos querer; es decir, dejamos que empezaran a arrimarse y rozarse con nosotros, ella restregaba su culo contra el de Isabel, muy despacio, muy suave, como si no quisiera molestar o lo hiciera con mucho respeto o temor a ser rechazados. Nos vasto una mirada entre nosotros para consentir por parte de ambos el ir a por todas, a Isabel se le notaban en la cara las ganas de desmelenarse, estaba desconocida, con mucha delicadeza también movía el culo y lo restregaba contra el que tenía detrás. El siguiente paso lo dieron ellos al acariciar él a Isabel a lo cual yo respondí acariciando muy tímidamente a la mujer. Al poco habíamos cambiado de pareja, nos abrazamos lentamente, yo pase y repase mis manos por casi todo su cuerpo acariciando su espalda por encima de la ropa y al llegar a su blusa se la desabroche sacándole los pechos y besándoselos; ella me desabrocho la bragueta dejando al descubierto mi pene y empezando un arriba-abajo, subiendo y bajando su mano por mi miembro.

–Te gusta así- me pregunto ella- o quieres que vaya más deprisa.

— No, esta bien, me gusta como lo haces- conteste-.

Yo sobaba a su mujer y él metía mano a la mía por todos los lados posibles, eso sí con bastante delicadeza como luego me contó Isabel. Nos juntamos los cuatro haciendo un circulo, las mujeres ya tenían los pechos fuera y los tangas a la altura de las rodillas y nosotros dos las pollas al aire con una erección importante el otro hombre la tenía más grande que la mía y más gorda, lo que me produjo un poco de envidia y excitación, al ver y tener tan cerca una polla así. Ellas dos nos las tocaban y nosotros con una mano metíamos los dedos en el coño de ellas y con la otra les tocábamos las tetas. Sus coños estaban chorreando y nuestras pollas duras como piedras y al borde de explotar, estábamos todos juntos sin un resquicio entre los cuatro.

Así estuvimos un rato cuando el hombre dijo de sentarnos, nos arreglamos la ropa lo mejor que pudimos y salimos, lo hicimos los cuatro juntos, nos cambiamos de mesa y comenzamos a charlar de cosa bastante banales. Nos confesaron que eran naturistas y que frecuentaban playa nudista y que habían tenido algún encuentro e intercambio con parejas, hombres y mujeres que habían conocido en estos sitios. Después de un rato las mujeres se levantaron al mismo tiempo y se fueron al servicio, a lo que él aprovecha para decirme si nos íbamos a un reservado los cuatro, yo no tarde en decir que si, sin contar con Isabel. Fue un farol que me tire y al final salió bien.

Por el camino le pregunte a Isa si estaba de acuerdo y me dijo –Ya has decidido por los dos; por esta vez vale, pero la próxima cuenta conmigo antes de decidir. Estoy muy excitada por todo este ambiente y tengo ganas de ver lo que esto puede dar de sí.

Una vez en el reservado nos desnudamos casi al unísono perdiendo poco tiempo en ello, nos acostamos con nuestras parejas comenzando a hacer el amor, ellas debajo nosotros encima, besándonos y demás. Yo penetre a Isa y nos acariciamos dulcemente. Yo había observado que ellos estaban los dos muy morenos, sin marca de bañador o bikini; se notaba que tomaban el sol en bolas.

Ellos hicieron lo mismo, al poco tiempo una mano comenzó a acariciarme la espalda, no podía ser de Isabel porque tenía las manos detrás de la cabeza. Me dejaba acariciar, me gustaba el sentir a otra persona tocando mi espalda en ese momento, al mirar vi la mano de Ana y como me sonreía pícaramente. No tarde en extender mi mano y comenzar a acariciar sus pechos de nuevo; Manuel hizo lo mismo con Isabel. Nos separamos y cambiamos de pareja, enseguida ellas se pusieron a comerse nuestras pollas y nosotros a meterles mano en el coño que no dejaba de chorrear jugos, estaban completamente húmedos y dilatados.

–Umm, se oía sin saber cuál de las dos mujeres era la que gemía suavemente.

Cambiamos y la siguiente postura fue un 69; Ana tenía el coño completamente depilado como Isabel; daba gusto comérselo; tenía unos labios grandes y un clítoris que parecía una pequeña polla con su glande y todo, solo le faltaba que fuera un poco más grande y podría pasar por un pene.

Manuel cambio de posición a Isabel la puso a cuatro patas y se la metió por detrás al tiempo que le agarraba las tetas haciéndola gozar y alcanzar rápidamente un orgasmo. En ese momento yo me deshice un poco de Ana y me coloqué debajo de Isabel de forma que podía comerle el coño mientras Manuel se la metía, así dejaba mi polla para que me la comieran entre las dos y aumentaba el orgasmo de Isa al ver y tener mi polla compartida con otra mujer.

Aprovechando la posición empecé a chupar el clítoris a Isabel para darla más placer y al mismo tiempo metía algún lametón a los huevos de Manuel; estaban afeitaditos sin un solo pelo, daba gusto chupárselos y metérmelos en la boca pensando que no se daría cuenta, pero no fue así. Inmediatamente saco su polla del coño de Isabel y sin apenas darme cuenta me la metió en la boca; era suave, estaba muy caliente y sabia a los flujos del coño de donde había salido, tenía la piel bajada dejando al descubierto su capullo rosado y brillante que yo me estaba comiendo, le pasaba la lengua por él y de un golpe me la metió hasta el fondo sin yo querer; todo lo que mi boca daba de sí estaba ocupado por ese enorme rabo. Yo no la rechace; a pesar de que delante de Isabel nunca lo había hecho; con mis dos manos se la agarre y masturbe al tiempo que chupaba. Ella se quedó un poco parada al darse la vuelta y ver que me estaba comiendo una polla, pero reacciono pronto y se puso conmigo a chupársela. Lo cierto es que no esperaba esa reacción, pero me gusto su rapidez en ponerse junto a mí a mamársela. ¡Todo era increíble, yo comiéndome una polla junto a mi pareja, impensable! Hacía mucho tiempo que deseaba un encuentro así. Era la experiencia soñada por mí.

Aquello hizo que me excitara más y más, no me pude aguantar y ello hizo que me corriera en la boca de Ana que no había parado de mamármela en ningún momento, mi corrida fue total haciendo que Manuel descargara también su leche; al principio la primera descarga fue en mi boca, pero el resto en mi cara y en la boca de Isabel que juntó su boca con la mía compartiendo la corrida, cosa que me dio un poco de asco, pero no me desagrado del todo. Todas esas experiencias siempre las había soñado y nunca imagine que se hicieran realidad.

–No me imaginaba que fueras bi -dijo Manu- Así podremos disfrutar todos con todos sin cortarnos, es más de lo que esperaba de este encuentro. Hacía tiempo que Ana y yo no coincidíamos con alguien como tú, y la verdad es que ya nos apetecia hacerlo, verdad- acabo de hablar y dirigió la mirada hacia su mujer.

–A mí al principio me costó aceptarlo, pero luego me ha ido excitando cada vez más y más, y ahora ya lo echábamos en falta. No todos los tíos lo aceptan, solo algunos y no es fácil proponerlo. Hay quien se piensa que es de maricones y se ofenden enseguida. Nos dimos un respiro no sin antes comerle el coño a Ana para que estuviéramos todos empatados en corridas. Lo tenía chorreando de sus jugos y entre Manuel y yo la hicimos tener un orgasmo al tiempo que Isa le acariciaba los pechos de una forma muy tímida. Se corrió como si fuera un hombre, empezó a eyacular un líquido parecido al semen, con el mismo color y textura, su marido se lo tragaba y yo empecé a hacerlo igual. No sabía cómo mi semen y no podría decir si salía de su coño o del clítoris o se estaba orinando, pero me sentía atraído por ello y con un morbo añadido; yo jamás había visto a una mujer correrse de esa manera, y encima con ese clítoris tan exagerado me recordaba a las corridas de cuando era un adolescente.

No tardamos en recuperarnos y empezar a disfrutar de este tan deseado encuentro o intercambio.

No me corte nada, así que tome la iniciativa y empecé por meterme la polla de Manu en la boca para ponérsela dura; estaba decidido a ir a por todas y a sacar el máximo partido de ese miembro cuando lo tuviera duro. Él me correspondió y se metió la mía en su boca: Esto hizo que las mujeres se animaran y se pusieran a masturbase una a otra.

–Me gusta ver como la chupas, me estoy poniendo como una moto – me dijo Isa al oído-.

Aquella imagen era de los más caliente, estábamos todos de nuevo a tope. Las mujeres se afanaban en darse placer metiéndose los dedos en los coños chorreantes al tiempo que estimulaban sus clítoris para aumentar su excitación. Así estuvimos mucho tiempo, cuando nosotros estuvimos preparados se la metimos a las mujeres por sus coños húmedos y dilatados; a Isa le habían cabido dos pollas como la mía en el coño por lo menos de lo excitada que estaba. Comenzamos un mete saca que no duro mucho. Ninguno de nosotros se quería correr y cortar el juego, cambiamos de posición y nos pusimos dé forma que Isa le comía la polla a Manu, Manu le comía el coño a Ana, Ana me la chupaba a mí, y yo le metía la lengua hasta donde podía a Isa. No parábamos de jadear ninguno de los cuatro, el tiempo pasaba y no dejábamos de disfrutar todos.

Volvimos a cambiar, Ana se puso a comerme el culo y a meterme los dedos en él para dilatármelo, sabía que Manu estaba como loco por follármelo y que yo se la metiera a ella, haciendo un sándwich conmigo; era una fantasía que ellos también tenían desde hace tiempo y veían ahora el momento de hacerla realidad. En cuanto tuvo mi culo dispuesto se acercó a mí y muy despacio me la introdujo. El primer envite me dolió un poco, pero después del segundo cuando paso su capullo el resto entro sin darme cuenta, empezando a sentir sus huevos chocando contra los míos cuando me la metía toda entera; Ana se abrió de piernas delante de mí y agarrando mi polla se la metió en su amplio coño chorreante, pidiendo a Isabel que le ofreciera el coño para comérselo.

Volvíamos a estar a mil, todos estábamos a punto de reventar, no podíamos más. Manu bombeaba su miembro dentro de mi culo todo lo que podía, yo apenas me movía, pero mi polla entraba y salía del coño de Ana al ritmo de Manu, Ana lamía el coño de Isa según mis arremetidas. Duramos poco tiempo, yo me corrí el primero en el coño de Ana dejando todo mi semen en su interior esperando a correrse ella y eyacular en mi polla; Ana en cuanto sintió como eyaculaba en su interior y me ponía a jadear se corrió de forma escandalosa gritando como una posesa al tiempo que chupaba el coño de Isa que al oírnos también comenzó a tener un orgasmo bestial y a chillar como yo no recordaba, él último en soltar su leche fue Manu que tuvo suficiente para llenar mi culo, para soltar en la cara de Ana y para dejar un poco que Isabel se lo acabara de limpiar. Yo me puse a limpiar la corrida de la cara de Ana a lo que Manu se apuntó conmigo. Y para terminar Isa me sorprendió recogiendo con su lengua mi corrida del coño de Ana que parecía un grifo de líquido blanquecino, el suyo y el mío juntos. Isa estaba desconocida, frenética en todo momento no dejaba de disfrutar.

Nos colocamos al revés, yo follaria el culo de Manuel y este se la metería a Isa, habíamos cambiado para satisfacer nuestra fantasía, (de Isa y mía) la de metérsela a un tío y que este se la follara a ella. Nos costó un poco que se nos pusiera dura a los dos, la corrida anterior había sido de órdago y costaba que nos empalmáramos lo suficiente. Cuando lo logramos disfrutamos los cuatro de nuevo. Solo que esta vez Ana se masturbo con su mano y la de Isabel al mismo tiempo, siendo la última en llegar al orgasmo. Me gusto correrme en su culo y que él se corriera en el coño de mi pareja, era como si follara dos veces al mismo tiempo, una a Manu y otra a Isa a través de Manu. Cuando la tenía dentro de él, le cogía su polla con mis dos manos al tiempo que él se la insertaba en el coño que tenía a tiro. Al sacar mi polla después de la corrida la puse en la boca de Isa que acabo de limpiarme los restos de leche que quedaban en la punta.

–Hacía tiempo que no follabamos así, me he corrido tres veces y cada cual mejor- Isa se encontraba muy a gusto y lo dijo en voz alta para que todos lo pudiéramos oír. Nunca me lo había comido una mujer y la verdad es que me ha gustado más de lo que podía imaginar; ha sido genial.

Nos metimos en el jacúzi los cuatro para relajarnos, había sido un polvo memorable, en mi vida podría imaginar que fuera a realiza uno de mis sueños. Ana se acercó a Isa y le metió un morreo de órdago, para disfrute nuestro y del resto de la gente que estaba junto a nosotros en el jacuzi que era bastante grande. Otra chica que estaba allí se acercó y se engancho con ellas, una morena de pelo muy cortito, que tendría 30 años, bajita, pero con unas tetas de talla 120 por lo menos, un poquito caídas, pero con ese tamaño no podía ser menos.

Las tres se salieron después de haberse besado y acariciado todo lo quisieron y pudieron en el agua, se tumbaron en la cama que estaba al lado del jacuzy a la vista de todos; entre la morena y Ana tumbaron a Isa y comenzaron a acariciarla todo el cuerpo, sus lenguas no dejaban un centímetro por lamer, por acariciar, por besar; entre las dos le metieron sus lenguas, una en el coño y otra lamiendo su clítoris, al tiempo que le tocaban los pechos y le retorcían los pezones con suavidad, hasta que se pegó un orgasmo mejor que el anterior. Ana se tumbó en la cama dejando sus piernas abiertas al máximo, Isa puso encima de ella juntando sus clítoris, abriendo sus piernas a tope para juntar sus sexos y se restregó haciendo que las dos se corrieran al mismo tiempo. La morena las miraba haciéndose una paja, esperando que las dos se pusieran manos a la obra, se tumbó y dejo al aire un coño depilado por completo y más grande que los otros dos, allí si cupiesen dos o tres pollas, pero ella lo que deseaba era otra mujer que se lo comiera y así fue, Ana e Isa se pusieron con ello volviendo a oírse gemidos y gritos cuando se corrió la morena dejando salir de su coño cantidad de flujos como si hubiera tenido una eyaculación de muchos tíos y se saliera todo de su agujero.

Los tres hombres estábamos tocándonos las pollas, que otra vez estaban tiesas y esperando un coño donde poder meterla para volver a corrernos, pero no fue así; cada chica eligió a uno de nosotros, se metieron en el agua de espaldas a la gente que miraba, empezaron a chupar y al rato nos hicieron salir del todo de la piscina para exponer sus coños chorreantes a todo el mundo y nos la mamaron al mismo tiempo, era como si quisieran batir un record de velocidad consiguiendo unas corridas muy rápidas por parte de los tres.

Al levantarnos nos dirigimos a las duchas y al terminar de ducharnos lo más juntos que pudimos nos vestimos; hubiéramos querido seguir, pero nuestros cuerpos no estaban a la altura de nuestras mentes y no se nos levantaba a ninguno de los dos.

Ya en la calle, nos despedimos prometiéndonos otra velada con más sorpresas, si era posible poder sorprendernos.


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