
Desde mi terraza
Parte 2
Estuve esperando toda la leeenta semana, hasta que llegó el dÃa sábado. El calor seguÃa siendo igual y tal vez peor que los otros dÃas.
Desperté a las 5 am., me dirigà a la ventana que da a la terraza, miré y no habÃa nadie en frente. Era temprano, por lo que no supuse nada, fui a la ducha, me servà jugo y saqué alguna galleta.
Esta vez no ocupé el mismo short blanco, sino un bóxer (también de color blanco), el cual estaba estrenando. Debo reconocer que me quedaba bastante bien, algo apretado, marcaba mi bulto a la perfección, al ser blanco y de verano era bastante delgado y dirÃa que algo traslúcido.
Esperaba ya con ansÃas ver aparecer a mi vecina frente a mis ojos. Salà únicamente con el bóxer a la terraza, dejé el jugo y las galletas en la mesa y me puse a elongar. Apliqué todos mis conocimientos de yoga que habÃa visto tiempo atrás en vÃdeos en internet.
Aún estaba algo oscuro, ya casi amanecÃa, y de mi vecina ni luces. Me puse a leer en la terraza y al pasar algunos minutos me dormÃ. No sé cuánto tiempo habrá pasado hasta que me desperté y me di cuenta de que las cortinas del departamento de mi vecina se estaban moviendo. Era un movimiento desordenado, como si las estuvieran tirando, en un principio me preocupé, pensé que era algún robo o forcejeo de algún tipo, luego de un movimiento brusco fueron abiertas de par en par, en ese momento vi una mano apoyada en el vidrio y me di cuenta de que se la estaban cogiendo, al parecer con mucha fuerza e Ãmpetu.
Yo aún me hacÃa el dormido, pero no perdÃa detalle de lo que ocurrÃa. Ella se da vuelta para besarlo, abre la ventana y lo guÃa para la terraza, él se resistÃa y miraba para todos lados, pero la insistencia pudo más. Salieron a la terraza y ahà lo vi, me di cuenta de que era un joven delgado, se notaba más joven que ella, se podrÃa decir que él era algo dotado.
Más que sentir celos, la situación me causó un morbo gigante. Ella se arrodilló y se metió todo el miembro del chico a su boca varias veces, lo hacÃa desaparecer, era experta. Detuvo la mamada, lo miró y le hizo la señal de que se sentara en una silla que tenÃa en la terraza, el obedeció y ella se montó sobre su pene, estaba tan mojada que se lo metió completo en su vagina y comenzó a saltar sobre él. Mientras hacÃa eso ella tocaba sus tetas que rebotaban de una manera muy rica, se podrÃa decir que eran bastante grandes.
En mi caso para que decir tenÃa una erección gigantesca desde hace ya varios minutos, me frotaba la punta del pene con mis dedos disimuladamente mientras mi bóxer estaba agarrando humedad.
La chica siguió metiéndose el pene grande de aquel chico como si fuera un deporte, arriba y abajo, arriba y abajo, miraba hacia el cielo, el chico la agarraba con fuerza de sus caderas con una mano y con la otra intentaba llegar a sus tetas. Ella sigue cabalgándolo, pero cambia su mirada drásticamente a mi terraza, dejé de hacer cualquier tipo de movimiento, ella no deja de mirarme fijo. Se toca sus tetas mientras saca su lengua, comienza a meter 2 dedos a su boca y con la otra mano me hace un gesto como si me estuviera masturbando de lejos, ya estaba más que seguro, estaba muy excitaba de que probablemente la estuviera mirando desde en frente.
Quise llegar más allá y me atrevà a levantar la cabeza, me puse de pie y me quité la única ropa que llevaba puesta, mi pene apuntaba al cielo, me comencé a masturbar de pie mirando la escena, ella se dio cuenta, aceleró su ritmo por algunos segundos, para luego tirarse hacÃa atrás y frotar su clÃtoris a toda velocidad, mientras comenzó a moverse en cÃrculos con el pene del joven dentro de su vagina.
A esa altura ya estaba completamente de dÃa, el sol daba sobre su ventana y el morbo de que nos pudieran descubrir era demasiado, ella parecÃa estar a punto de acabar. En un momento ella se detuvo, se puso de pie le dio una sola mamada, bien profunda, le dijo algo al oÃdo. En ese momento temà por lo que podÃa pasar si su pareja se daba cuenta que yo estaba participando del momento.
Lo que pasó sà que fue sorpresivo, él se puso de pie y ambos me miraron, el chico me saluda con una mano, mientras ella se recuesta en la silla y algo le dice, acto seguido, él le comienza a comer su vagina a la vez que ella tiene su vista fija en mà y en cómo me estoy masturbando a toda velocidad, pasaron algunos segundos y ella parece acabar en la boca del joven, de lejos se notó como se estremecÃa por completo su cuerpo, en ese momento estuve a punto de acabar. Ella lo aleja, se pone de rodillas, ambos me vuelven a mirar casi al mismo tiempo y se mete todo su pene en la boca, esta vez se la comienza a mamar con ganas de hacerlo explotar. Yo estaba como loco, pero no querÃa acabar antes de tiempo, deseaba ver toda la escena.
Ella agarra al chico de sus nalgas con la intención de llegar a sentir su pene hasta su garganta, lo hace repetidas veces, luego él le toma la cabeza y le hace un moño con su pelo y empieza a cogerle la boca, muy intenso y fuerte. Él se detiene y acaba, le tira toda la leche en su boca y se recuesta en la silla jadeante y agotado. Ella se pone de pie, me mira fijamente y me hace el gesto de masturbarme, yo no doy más, segundos antes de acabar ella junta sus tetas, abre su boca y deja caer sobre ellas todo el semen que el chico le habÃa tirado, no daba más y comencé a acabar fuerte, fueron varios chorros de semen continuos, fueron tan fuertes que el primero fue a dar hacÃa abajo.
La vecina chupa sus dedos y me tira un beso, agarra a su pareja y entran a su departamento.
Me pregunto si alguna vez los veré frente a frente.
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