
CLUB SWINGER
Estaba en el auto y tenÃa la sensación de que no era una buena idea. Mi marido Esteban manejaba camino a un club swinger de la ciudad y cuanto más lo pensaba, más me parecÃa una locura.
HacÃa rato que en nuestras fantasÃas hablábamos de un tercero, incluso me encantaba que me cogiera de atrás asà no veÃa quien era y me imaginaba que era otra persona. Luego compramos una revista Swinger e incluso nos suscribimos a un sitio de Internet. Normalmente nos pasábamos un rato mirando el sitio, veÃamos los avisos y las fotos de las parejas, fantaseábamos y cogÃamos como locos. Luego nos cansamos y fue ahà donde me convencà de ir un paso más allá…. y aquà estoy, camino al club.
Me vestà con un conjunto de ropa interior muy sexy, que resaltaba mis tetas de 100, con un vestido escotado, con algunas transparencias aquà y allá. Nada escandaloso, pero si sugerente. Mi figura luego de dos embarazos no era la de una chica de 20 pero a mis 38 tenÃa el fÃsico que querÃa y lograba atraer más de una mirada…. Más si llevaba algo escotado, no habÃa nada que se me resistiera.
Cuando llegamos al lugar Esteban me preguntó, ¿¿seguimos??? y le dije que sÃ, no sabÃa en lo que me metÃa.
Nos abrió la puerta una chica que hacÃa de recepcionista, nos comentó la operatoria del lugar, que era algo totalmente nuevo para nosotros, nos llevó a una mesa muy discreta al costado de la pista de baile.
Nos comentó que la participación era totalmente libre, que el área de planta baja estaba reservada para que las parejas se conocieran, se servÃan tragos, snacks, habÃa música para bailar y en el caso que alguna pareja quisiera avanzar en algo más, la planta alta ofrecÃa varias habitaciones de diversos tamaños, algunas con una traba para no permitir que ingresara nadie más, otras tenÃan traba pero con una ventana que permitÃa mirar para adentro pero no para afuera y tenÃan otra que llamaban la "Roma", donde tenÃan unas cuatro camas de 2mts x 2mts unidas donde todo vale. No habÃa puertas y en la medida que entraran parejas, no se permitÃan personas solas, podÃan entrar los que quisieran y hacer lo que quisieran. Me pareció demasiado loco, ya el solo pensar que está allà era una locura, pero además pensar que podÃa estar en una habitación donde cualquiera podÃa entrar y cogerme era descabellado.
Pedimos un par de daikiris, Esteban de durazno y yo de frutilla para darnos ánimos.
Miramos las distintas parejas que venÃan entrando, algunas parecÃan nuevas como nosotros y otras eran "viejas conocidas" ya que saludaban a la recepcionista y al barman. Incluso una de las parejas cuando se acercaron a saludar al barman, la chica le dio un terrible beso. El barman no estaba nada mal con lo cual no podÃa culparla.
Ya Ãbamos por el segundo daikiri cuando Esteban me marcó una pareja que le llamó la atención…. Ambos deberÃan tener nuestra edad, ella se veÃa muy bien bronceada, con unas tetas espectaculares, más grandes que las mÃas y por lo paradas, debÃan ser operadas, no eran nada del otro mundo, es más, era un poco rellenita, pero tenÃa un culo medio grande pero muy apetitoso. Él por su parte daba el look de tener el cuerpo trabajado, también bronceado, se ve que vendrÃan de vacaciones, con pelo negro y bastantes canas, pero no pelado.
Se sentaron en una mesa cercana a la nuestra, se pidieron algunos tragos y después se fueron a bailar.
Como la pista se iba llenando le dije a Esteban que fuéramos nosotros también.
Al principio bailamos un par de temas movidos y luego empezaron a poner música más lenta, onda años 80 que es la que más nos gustaba a nosotros….
En un momento alguien nos interrumpe. Era esta pareja - ¿Puedo bailar con ella? – Preguntó él mientras al mismo tiempo su señora estaba al lado nuestro -Si para Fernanda está bien – Contestó Esteban mientras me miraba -Me encantarÃa – respondà yo y le ofrecà mi mano
Asà comencé a bailar con German, asà se llamaba el, mientras que su esposa se llamaba Adriana.
Al principio bailamos algo separados, charlamos de distintos temas, totalmente banales, German era muy educado y respetuoso, además de gracioso. Me olvide por completo de mi marido y cuando me acorde, ya estábamos bailando muy apretados y podÃa sentir su bulto apoyándome…. Me sobresalte un poco cuando caà en la cuenta que mi marido también estaba ahà y comencé a buscarlo con la vista.
Cuando lo vi, me di otro sobresalto, ni lento ni perezoso, habÃa metido su mano por el vestido de Adriana y le estaba tocando el culo. German se dio cuenta y me miró a los ojos -Te molesta? – me dijo -No por qué? -Por qué te estremeciste y te separaste de mi -Es raro – Dije – nunca habÃamos venido a un lugar asà -Vas a ver que te va a gustar – Me dijo y acercó sus labios a los mÃos.
No me resistÃ, al contrario, con mi lengua busqué la de él, me apretó fuerte con su brazo contra su pija y pude sentir como se iba poniendo dura. Me gustaba la sensación de provocar a otro hombre y que se calentara conmigo.
Esteban no parecÃa estar pasándola mal tampoco, sus manos se perdÃan por todos lados del vestido de Adriana. Miré con más detalle y no era el único, un par de chicas en las mesas ya tenÃan las tetas afuera del vestido. Era muy bizarro.
Con German dejamos de bailar y fuimos a nuestra mesa. Nos sentamos, pedimos otros tragos y entre charla y charla apoyó su mano en mi rodilla, poco a poco y entre besos la fue subiendo.
En un momento lo paré y me dije soy una tarada, el otro debe estar culeando y yo me pierdo la fiesta. No lo pensé más y le llevé la mano a mis tetas….
No se hizo desear, pasó sus manos por mi escote y comenzó a pellizcarme el pezón mientras con sus labios recorrÃa mi oreja y mi nuca. Yo no quise perder tiempo y empecé a masajearle la pija por arriba del pantalón. Estaba re-caliente y el efecto del alcohol me estaba poniendo mucho más que alegre, le desabroché, mejor dicho, le arranqué la camisa y le acaricié su pecho, bajé mis labios a sus tetillas y las tomé entre los dientes y las mordà suavemente, se las chupé, le besé el cuello. Estaba en eso cuando escuché una voz que decÃa.
-Viste que se iban a llevar bien.
Me di vuelta y era Adriana que venÃa de la mano de Esteban y no estaba mucho mejor que yo…. Ella también venÃa con las tetas al aire, mal disimuladas, los labios rojos de besarse, el pelo algo revuelto.
Nos vimos interrumpidos y verlo a Esteban es como que me cortó un poco asà que me separé de German, me acomodé el vestido un poco, Adriana ni hizo el intento, pedimos otros tragos y charlamos de todo un poco.
Al rato se acercó la chica que nos habÃa recibido, nos felicitó por haber conocido otra pareja y nos recordó que arriba habÃa habitaciones más confortables que esta mesa.
Nos miramos con Esteban, medio como que dudaba, pero en los ojos se le notaba la lujuria, podÃa verlo, casi se desesperaba por que le dijera que sÃ.
Todos los tabúes se me habÃan ido dos daiquiris atrás asà que sin ningún desparpajo lo agarré a German y con un beso en la boca le dije "vamos"….. Cuando pasé frente a Esteban le agarré la pija que la tenÃa bastante dura y le di otro beso.
Adriana me miró de manera sugestiva, pero eso todavÃa tenÃa que esperar un poco más….
Subimos y nos fuimos a una de las piezas que eran cerradas, sin intrusos que miraran, pero los cuatro en la misma.
Esteban fue más que rápido y Adriana no tenÃa nada difÃcil que sacarse y rápidamente la puso en bolas, las tetas las tenÃa perfectas, eran una envidia, daban ganas de chupárselas todas, no me extrañaba que Esteban estuviera tan caliente. Por bombacha tenÃa una tanga minúscula que apenas le tapaba la concha toda depilada, y atrás dejaba ver todo su culo.
Esteban le terminó de sacar lo que tenÃa puesto y se abalanzó sobre sus tetas, se las pellizcó, se las chupó mientras ella gemÃa de placer y le acariciaba la cabeza. Lentamente la tiró sobre la cama y comenzó a bajar de sus pechos hacia su concha. En eso siento las manos de German que me terminaban de sacar mi corpiño, ni me habÃa dado cuenta de lo que hacÃa, tan absorta estaba en la situación. German terminó de desabrochar mi vestido que cayó al piso y me masajeaba las tetas mientras me besaba la nuca y la espalda, yo seguÃa allà parad a viendo como Esteban le comÃa literalmente la concha a Adriana…. PodÃa sentir la pija de German en mi culo, como me apoyaba, lo dura que la tenÃa, estiré la mano y se la agarré, mientras lo pajeaba lentamente. German siguió bajando por mi espalda hasta que llegó a mi culo, lo besó lentamente, me mordió las nalgas, me pellizcó, yo me llevé las manos a mi concha, todavÃa tenÃa la bombacha…. no lo podÃa creer. Me la saqué enseguida…. German siguió jugando con mi culo mientras yo me pajeaba mirando como Esteban tomaba su pija y se la ponÃa a Adriana. Adriana era toda una experta, se notaba como se movÃa como lo disfrutaba y cada tanto miraba para nuestro lado, solo para ver como German me seguÃa manoseando las tetas desde atrás, mordiéndome el cuello, tocándome y besándome el culo, mientras yo no paraba de jugar con mi concha.
En un momento German me inclinó delicadamente hacia la cama y quedé con mi culo al aire, apoyada al lado de Adriana que seguÃa gozando mientras Esteban la cogÃa. Pensé que German me la iba a meter por el culo, pero no, sin darme un respiro me la puso por la concha mientras me agarraba fuerte de la cadera, pegué un grito por la sorpresa y me gustó sentirla, mi concha querÃa más, necesitaba algo…. German comenzó a moverse lentamente, me pellizcaba las nalgas, cada tanto me daba una palmada y si no me agarraba las tetas con fuerza. TenÃa las tetas de Adriana a centÃmetros de mi cara, cuando sacudÃa la cabeza podÃa sentir mi pelo pegándole a ella, podÃa sentir sus manos agarrando las sabanas. Me di vuelta hacia su lado mientras German seguÃa cogiéndome despacito, me pellizcaba, me apretaba, sentÃa toda su pija en mÃ. -Te gusta lo que ves – Me preguntó Adriana Me sorprendÃ, pero no pude evitar contestarle tÃmidamente. -Si Ella se dio vuelta hacia mi lado y acariciándome la cabeza me dio un beso, fue en los labios, tierno, no pasional. Era la primera vez que una chica me besaba, se sintió raro, distinto pero muy excitante. La miré, vi el pedazo de mujer que era, lo linda que estaba, la pija de Esteban entrándole y saliéndole mientras sentÃa la de German dentro mÃo y le devolvà el beso…. esta vez mi lengua buscó la suya y ella me correspondió, abrió su boca su lengua encontró la mÃa, nos besamos apasionadamente, las lenguas chocaban, exploraban, tocaban, mis labios sobre los suyos, estiré la mano y toqué sus tetas. TenÃa la piel muy suave, eran duras, se notaba que estaban hechas, pero al cirujano habÃa que darle un premio, eran preciosas. Me fui estirando de a poco hasta que finalmente mi boca llegó a sus pezones, los tomé entre mis labios, los mordisqueé despacito, le acaricié la otra teta mientras ellas me acariciaban la cabeza. German seguÃa cogiéndome como los dioses, me apretaba el culo, me mordÃa la espalda, yo estaba encantada, esto era el cielo… allà sentà como Esteban le chupaba la otra teta a Adriana, mis dedos en su boca, la mÃa en la otra teta de ella, la pija de German en mi concha que me cogÃa y me cogÃa…. No podÃa pedir más.
Se ve que la escena a Esteban lo estaba poniendo a mil porque pude sentir como se la cogÃa más fuerte a Adriana, cada vez, más y más, estaba por acabar en cualquier momento…. Adriana se dio cuenta y comenzó a moverse cada vez más rápido. Escuché, como Esteban acababa con un grito y se tiraba sobre Adriana satisfecho… Yo estaba más que excitada y vi que Adriana también…. Me tomó la cara, me besó, me pasó la lengua por las mejillas, siguió por mi cuello, mis tetas…. No sé cómo, pero terminé en un 69 y por primera vez tenÃa una concha frente mÃo. Cuando me detuve a pensar, me quedé un segundo, pero mi excitación era más y el alcohol me estaba haciendo efecto…. Al principio la besé en las piernas, fui bajando, le agarré fuerte el culo, le hice caricias con los dedos mientras sentÃa la pija de German en mi concha y la lengua de Adriana jugando con mi clÃtoris…. Después de varias idas y vueltas me decidà y le di un beso en su concha toda depilada… Al principio tenÃa todavÃa el olor del profiláctico de Esteban, pero su aroma de mujer caliente estaba ahà y podÃa sentirlo… poco a poco me animé y seguà chupando su concha, cada vez más fuerte, cada vez con más ganas, le metÃa la lengua, podÃa sentir su calor, su olor, su sexo en toda la dimensión, cada lengüetazo que le daba me ponÃa más caliente, cada vez que la saboreaba querÃa más y más…. German comenzó a apurar sus embestidas y sentà la lengua de Adriana que le seguÃa el ritmo… No sé quién acabó primero, pero sé que yo acabé como nunca, totalmente extasiada, me sentÃa llena como nunca. Me separé, me tumbé en la cama y Adriana se acostó a mi lado. -Tu primera vez con una mujer – Me preguntó -Si – Le contesté mientras le acariciaba el pelo - ¿Y te gustó?? -Mucho – le dije al tiempo que acercaba sus labios a los mÃos y le daba un profundo beso. Allà sentà mi propio aroma en su boca y me gustó. Pedimos un par de tragos y todos desnudos nos quedamos charlando, acariciándonos, con algún que otro beso que iba y venÃa. Los tragos me estaban matando y en un momento casi me caigo de la cama, pero alcancé a agarrarme de Esteban, volvà a la cama y cuando subà quedé cerca de la pija de German… QuerÃa más asà que comencé a chupársela…. Esteban todavÃa me sostenÃa la mano y me miraba extrañado…. No lo quise dejar afuera y se la comencé a chupar a él también… los acerqué a los dos y tenÃa dos pijas para mi solita una en cada mano y pasaba mi lengua de una a la otra, les acariciaba el capullo, los pajeaba, sentÃa el gusto a semen de ellos en mi boca, me las tragaba. Adriana no se quedó atrás y volvió a chupar mi culito, me metÃa la lengua, jugaba con mi concha, era un placer….
-Me dejas jugar con ellos dos – Le pregunté a Adriana -Por supuesto – me dijo – pero tengo una idea mejor…. Acostó a German en la cama, se la volvà a chupar, ya estaba dura otra vez, me subà arriba de él con toda la fuerza y sentÃa su pija bien adentro mÃa…. Adriana me inclinó y siguió jugando con mi culo, dándole besitos, poniéndome un dedo, sacándolo, estaba en el cielo, re-caliente y cada vez más, totalmente desinhibida, me imaginaba lo que seguÃa y me ponÃa más caliente todavÃa… Me di vuelta y vi como Adriana le chupaba la pija a Esteban. German me chupaba las tetas, me las apretaba, jugaba con mis pezones, era un maestro…. Luego sentà que me ponÃan crema y de a poco me metÃan un dedo y luego dos…. grité, gemÃ…. era espectacular…. Le grité a German que me la pusiera, querÃa sentirlo y no se hizo esperar… puso la punta de su pija en mi culo, me relajé y sentà como entraba toda, era un placer toda su pija en mi culo y toda la pija de German en mi concha…podÃa sentir como se tocaban, como cada embate era una oleada de placer… mi culo se abrÃa, pedÃa más. Adriana volvió delante de mà y me besaba. -Te gusta?? -Me encantaaaaaaaaa – Grité. Y sentà como German se movÃa con más fuerza, entrando y saliendo de mi concha mientras Esteban me la ponÃa por el culo. No querÃa moverme para no perderlos, Adriana me daba una teta para que la besara mientras ella se pajeaba. No tardé mucho en acabar por segunda vez, grité, me contorsioné, no podÃa creer como estaba gozando… SentÃa que Esteban estaba por acabar y le pedà que no me acabara en el culo…. -Para Esteban, no me acabes -Si puta, te voy a acabar en el culo y te va a chorrear toda mi leche. Mira cómo te cojoooo…. ¡Que puta sos!!!!!!!! -Acábame en la cara, venà que te la chupo.
Esteban no se demoró ni un minuto, la sacó de mi culo y asà como estaba me la dio para que se la chupara, se la agarré como una desesperada y se la chupé…era raro, pero estaba desesperada, la chupé, me la metà toda, mientras jugaba con sus huevos y lo pajeaba…. No tardó mucho en terminar en mi boca… Al principio me atraganté, pero después seguà chupando. -No me dejes sin nada – Me dijo Adriana y me besó. Busqué su lengua, todavÃa tenÃa semen en la mÃa, la besé, la acaricié, le tocaba las tetas mientras German seguÃa cogiéndome. -Queréis subir vos – Le dije -No, esta noche es tuya para gozar – Me contestó – Pero baja un segundo y ponete de espaldas Le hice caso y me acosté en la cama, ya extrañaba una pija en mÃ, le pedà a German que viniera…y vino, me la metió sin preámbulos, sin esperar, hasta el fondo y Adriana se sentó en mi cara para que le chupara la concha…. Que rica estaba, se la chupé con todo gusto, le agarraba las nalgas, se las apretaba, le metÃa la lengua en la concha, le agarraba el clÃtoris con los labios, jugaba con él en mi lengua…. ¡Que rica que estaba!!!!!German seguÃa bombeando mi concha, que ya me ardÃa de tanto ponga y saca…. y volvà a acabar, seguà gritando, y volvà a tirarme de cabeza en la concha de Adriana, le clavé mis uñas en sus nalgas, la apreté contra mà mientras German me la ponÃa cada vez más rápido. German sacó la pija de mi concha y la acercó a mi boca, Adriana se bajó y juntas se la chupamos hasta que acabó en nuestras caras. La limpié, sentà el semen de German en sus labios, su aroma, el mÃo, todo mezclado que era infernal, un placer….
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