
Mi inicio en el mundo swinger
Y como bisexual
Tengo 28 años que radico en el D. F. y hace una semana conocà el mundo swinger y de paso, mi bisexualidad. Yo soy una persona normal, delgada y que soy asiduo a estos relatos. Lo que paso a relatar es una historia de cómo me inicié y como descubrà mi bisexualidad.
A esta pareja la conocà en un chat de swingers y como toda pareja que busca una fantasÃa sexual, al grado de compartir a su mujer o meter un tercero; ella es muy cuidadosa y selectiva, en particular, buscaba un tercero para un trÃo, pero buscaban cierto rango de edad y caracterÃsticas de comportamiento, como serio, discreto y que se dejara tomar fotos. Por mi parte, sinceramente yo buscaba mi primera experiencia en un trÃo, asà que respondà y platicamos acerca de lo que buscaban ellos y yo.
Me comentaron que buscaban una tercera persona porque ella, más que querer estar con otro hombre, querÃa sentir la sensación de sentir dos penes dentro de ella, sentir un pene real penetrándola y ella chupándole el pene a su esposo y comparar a su esposo respecto a otras personas, Él tenÃa la fantasÃa de ver como se veÃa su esposa teniendo sexo con otro hombre en diferentes posiciones y que se grabara la sesión entre todos; ellos también querÃan discreción, respeto y limpieza, que creo que es lo que la mayorÃa buscamos.
Después de platicar más cosas de que esperábamos unos de los otros, nos conocimos en un café. Ellos eran de 35 y 37 años, de lo más normal; la intención solo era conocernos de vista y ver que todo lo platicado en chats estaba de acuerdo con la realidad. Ese dÃa solo fue conocernos y que siguiéramos en contacto en el chat.
Un lunes me comentaron que ya tenÃan listo y planeado algo para ese dÃa, asà que acordamos el lugar, la idea era tomar un café, que con estos frÃos nos cayó muy rico y de ahÃ, nos fuimos a un cine, ya que era muy temprano para ir a otro lugar. Ella llevaba una falda de una sola pieza, de las que se enredan en la cintura, una blusa sin mangas y una gabardina mientras que él llevaba pants y ropa deportiva, cosa que me extrañó. Yo esperaba ver una mujer con minifalda y con escote, como dicen los relatos, pero no fue asÃ.
Yo pagué las entradas al cine y ellos invitaron las palomitas y como era lunes, no habÃa mucha gente en la función de la 6:00 p.m., asà que nos fuimos hasta atrás del cine, a petición de ellos y a mà me tocó en la esquina, ella en medio y él a su lado. Yo no esperaba más que ver la pelÃcula inmutó en tapárselas.
Pasaron cinco minutos, luego ella abrazó a su esposo echando su trasero hacia mi lado y eso cubrió parte de su pierna, pero no pasó nada más, pienso que ella solo querÃa enseñar un poquito, pero creo que también estaba excitada. Terminó la pelÃcula, asà que salimos del cine y nos fuimos a un departamento que me habÃan prestado y que coincidÃa con que ese dÃa fuera el trÃo. Llegamos al departamento y me pidieron que les tomara fotos juntos, asà que ellos posaban para la cámara, se besaban y se acariciaban por lo que yo me excitaba más aún. Luego me pidieron cinco minutos a solas, en una habitación y accedÃ, no sé lo que hicieron ese tiempo, pero después me llamaron.
Cuando entré, vi que él estaba desnudo y ella no, entonces me pidieron que me desnudara también y asà lo hice, luego él me pidió que le tomara fotos, después me pidieron que ella nos tomara fotos, a lo que accedÃ. Ellos me pidieron que las poses que yo querÃa que ella hiciera con su esposo las hiciera primero con él; nunca me habÃa entrado en mente estar cerca del cuerpo de otro hombre, pero como era la primera vez que hacÃa esto pues solo me dejé llevar pensando en ellos. Asà que primero fueron fotos sin ningún roce, después y ya con más confianza, él me decÃa que no tuviera pena, que la idea era calentarnos, pero yo ya lo estaba y le dije que él sugiriera las poses. Empezamos donde él me tapaba mi pene con su mano y yo le tenÃa que tapar el suyo; sentir su pene en mi mano fue algo raro. Después, como si fuéramos futbolistas, él se colocó atrás de mà y yo estaba sentado frente a él. Asà pasamos como 15 minutos y después me dijeron que yo les tomara fotos a ellos.
Ellos empezaron a besarse y a tocarse, luego él la empezó a desvestir y yo me excitaba de tomarles fotos y fotos hasta que ella se quedó desnuda y fue cuando empezaron a hacer las posiciones que él habÃa hecho conmigo, pero ellos sà se tocaban y se acariciaban. Ella lo masturbaba y él le metÃa el dedo dentro de ella. Asà pasaron como 10 minutos, luego ella me dijo que querÃa tomar fotos de nosotros otra vez, pero en la ducha, a lo que accedÃ, en donde sentà el agua caliente y yo también seguÃa caliente, entonces él me empezó a enjabonar el cuerpo, mi pecho y mi espalda hasta que llegó a mi trasero y le permità que me enjuagara y al terminar, él también me pidió que hiciera lo mismo. Asà lo hice hasta que me pidió que también le lavara por enfrente, fue cuando ella se metió con nosotros a la ducha y me dijo que ella me lavaba a mà y que yo le hiciera lo mismo a él.
Ella tomó mi pene, me lo enjabonó y me lo empezó a sobar y yo, con la calentura, decidà hacerle lo mismo con él; fue una sensación que me agradó, una mujer sobándomelo y yo sobándoselo a otra persona del mismo sexo. Él la tenÃa grande, pero con una cabeza muy pequeña y al cabo de un rato, todos nos acariciábamos, yo a él, ella a mà y yo a ella, estábamos excitadÃsimos los tres. Después y ya sin jabón, ella se agachó y me empezó a chupar el pene y me acariciaba el ano, eso era una sensación nueva para mà y se sentÃa muy rico, por lo que no me di cuenta cuando era él quien que me acariciaba el ano y por el placer que sentÃa, no dije nada, al contrario, era algo que me gustaba hasta que decidimos irnos a la cama. Él me pidió que yo fuera el primero en meterle los dedos a lo que accedÃ, fue muy placentero. Después de un rato, me pidieron que les tomara fotos a ellos y fue entonces cuando ella se montó sobre él y se la metió toda, era un espectáculo aquello que nunca habÃa visto en vivo. Luego, ella me pidió que lo que me habÃan hecho se lo hiciera a ella, asà que empecé a besarle el trasero y a intentarle meter el dedo en su ano, por lo que mojaba mis dedos con sus flujos hasta que le entraron 2 dedos y luego, ella me pidió que la penetrara por atrás, a lo que yo, ni tardo ni perezoso, acepté y se la metÃ. ¡Qué rico es el sexo anal!, se siente apretadito y una forma diferente que meterlo por adelante.
Luego, él se salió de abajo y me dijo que querÃa tomar fotos de eso, asà que yo seguà en lo mÃo y él se puso detrás de mà y sentà como rozaba su pene detrás de mà y me acariciaba las nalgas. Después de tomar algunas fotos, me dijeron que si querÃa sentir el pene de él dentro de mÃ; la verdad, la sensación de los dedos me gustó asà que dije que sÃ. Para esto, ella se acostó de lado, yo me ubiqué atrás de ella y él atrás de mÃ, mientras seguÃa metiéndome dos dedos en mi ano hasta que sentà como intentaba meterme su pene; esta acción me dolÃa, pero habÃa algo de placer en eso. Pasaron como cinco minutos hasta que me entró únicamente la cabeza, lo cual me dolió mucho y por eso, nos quedamos quietos. Luego, él empezó a moverse muy despacito hasta que sentà que su cuerpo chocaba con mi trasero y entendà que la tenÃa toda adentro y al mismo tiempo, ella también tenÃa todo mi pene dentro de su trasero. Fue algo indescriptible el sentirse penetrado y penetrar. Luego de unos minutos, ella se levantó y nos tomó algunas fotos, ya la sesión era entre él y yo y fue cuando aprendà algunas posiciones entre hombre y hombre hasta que sentà algo caliente detrás de mÃ, él se habÃa venido.
Después de terminar, él se fue a dar un baño mientras su esposa me montaba a la orilla de la cama y cuando regresó, me dijo que me la iba a chupar a lo que accedÃ, luego él me pidió lo mismo. Nunca habÃa tenido un pene en la boca, asà que tomé ese pedacito de carne flácido y me la metà toda en la boca hasta que, dentro de mi boca, sentÃa como iba creciendo hasta que no pude metérmela toda. También, ella se levantó y me ayudó, nos alternábamos el pene de él, luego se intercambiaron y ahora ella y él me la chupaban hasta que me hicieron venir, fue la venida más rica que habÃa tenido. Después de venirme, me pidieron que les tomara algunas fotos hasta que ella se vino y él también se vino en su cara. Creo que todos quedamos cansados pues nos dormimos un buen rato hasta que amaneció, luego me dieron un aventón a una estación del metro y nos despedimos. Fue algo que no he olvidado y que me gustarÃa volver a sentir, un trÃo bisexual.
Espero sus comentarios, les mando un saludo y espero a alguien que le gusten los trÃos bisexuales y me acepte como tercero.
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