
Mensaje de mi esposa
Yo creo que puedo con los tres
Rocio, mi esposa, duerme plácidamente en la habitación del segundo piso. En el primer piso estamos Mario, Jhon y yo. Ellos son unos buenos amigos de toda la vida. Estamos bebiendo whisky, ya vamos por la segunda botella, la charla se pone ilógica y reÃmos mucho. Mario saca una bolsita con polvo blanco del bolsillo.
Para seguir - Dice. Nos parece buena idea.
Mario y Jhon están casados con sus respectivas parejas.
Antier traté de metérsela a Sonia por el culo, pero le dolió mucho, no se pudo - Dijo Mario.
¿No lo hacen normalmente?- Preguntó Jhon.
Nah, es solo en ocasiones especiales y depende de su estado de ánimo, o más bien, de su estado de embriaguez jajajaja -
Quién lo dijera, con ese culazo que se manda tu esposa pensarÃa uno que lo usas más seguido - Dije.
Heeey, cuidado jajaja - respondió Mario.
Concuerdo, Sonia tiene unas nalgotas poderosas - Dijo Jhon.
No sé, el anal no le gusta mucho - Dijo Mario.
Que desperdicio - Dije.
Pero qué me dices de RocÃo, ella también tiene buen culo, ¿lo hacen por detrás? - me preguntó Jhon.
SÃ, ya lo tenemos controlado - dije.
Ufff - Dijo Mario.
Servimos otra ronda de trago y otra ronda de droga y salimos al patio de la casa.
¿Si te pudieras coger a cualquiera de las esposas de nosotros, a cual te cogerÃas?- Pregunté.
A Roció - Respondieron al unÃsono.
¿A mi mujer? ¿Por qué? - Pregunté.
Con todo respeto amigo, pero tú estás preguntando, siempre he creÃdo que tu mujer debe ser un espectáculo tirando, ella es muy sensual- Dijo Mario.
SÃ, a mi me parece que Sonia está más buena, tiene mejor cuerpo, pero no sé porque pienso que tu esposa debe ser tremendo polvazo - Dijo Jhon.
¿Pero qué los hace pensar eso? - Pregunté.
No sé, su forma de ser, es atrevida… no sé, es solo una percepción - Dijo Jhon.
SÃ, es como que… te la imaginas haciendo de todo - Dijo Mario.
No estaban lejos de la realidad, mi esposa era bastante atrevida, siempre me preguntaba cual era el tope con ella, nunca decÃa que no a cualquier idea a la hora de follar. Pero querÃa oirlos más…
¿Pero qué imaginan? - Dije.
Antier cuando le pedà culo a Sonia arrugó la cara y accedió a regañadientes, dime si me equivoco, pero RocÃo ante una petición asà se pondrÃa en cuatro y abrirÃa el culo para ti - Dijo Mario.
Siempre he pensado que debe ser muy buena chupandola - Dijo Jhon.
Bueno, sus presunciones son correctas, mi esposa es tremenda pa follar - Dije y sus ojos se abrieron.
Empujado por el alcohol y las drogas empecé a contarles algunas intimidades. Como la vez que RocÃo me llevó a un prostÃbulo para conseguir una puta para los dos o la vez que hicimos un trÃo con una de sus amigas. No escatimé en detalles. Mis amigos estaban felices oyendo aquello.
¿Sabes que serÃa tremendo? Que nos follaramos los tres a RocÃo - Dijo Mario.
Ufff - dijo Jhon y reÃmos.
Creo que podrÃa con los tres jajaja - dije un poco excitado.
Seguimos charlando sobre mi esposa y de repente me llegó un mensaje al teléfono.
Quiero - Era de RocÃo.
¿Quieres que? - respondÃ.
He oÃdo todo… creo que puedo con los tres
Lo que yo no tuve en cuenta era que la ventana del cuarto donde estaba durmiendo RocÃo daba directamente al patio donde estábamos hablando, ella escuchó todo.
¿Estás segura? - Le escribÃ.
¿Tú estás seguro? - Respondió.
Si tú quieres yo quiero - Le dije.
Yo quiero… ya voy -
Yo estaba muy ebrio y drogado, no sé, pero aquello me gustó. Me emocionó. Pasó un minuto y mi esposa de repente se apareció en ropa interior en el patio.
¿Estaban hablando de mÃ? - Dijo y Mario y Jhon se quedaron congelados.
RocÃo caminó hasta donde estábamos y pasó frente a mà para dirigirse sobre mis amigos. Con cada mano atenazó sus vergas y los besó en la boca. Los tomó de las manos y los llevó a la sala, yo fui tras ellos.
Quiero chupar, sáquenlas - Dijo RocÃo poniéndose de rodillas entre nosotros.
Agarró mi verga y la de Mario con las manos y empezó a pajearnos, mientras con la boca atendió a Jhon. Después de un rato se puso de pie.
¿Qué era lo que decÃan de mÃ? ¿Que me atrevÃa a todo? ¿Cómo qué?- Dijo RocÃo.
Sexo anal - se adelantó Mario.
Por supuesto, esperame - respondió mi esposa.
RocÃo subió las escaleras rápidamente y bajó con un tarro de lubricante. Se embadurnó la mano y se la restregó entre las nalgas. Acto seguido se puso en cuatro en el sillón de la sala e invitó a Mario a acercarse.
Mi amigo corrió el panty de mi mujer y posó su verga entre sus nalgas. No fue trabajoso ni complicado, yo lo sabÃa, la verga de Mario se deslizó suave dentro del culo de mi esposa.
Aaah, dámelo papi - suspiró ella.
Jhon y yo nos sentamos a mirar.
Me toca - dijo Jhon y jaló por el hombro a Mario quien entendió de inmediato que debÃa dar paso al otro.
Jhon también se folló por el culo de mi esposa. Yo fui el tercero, no me iba a quedar fuera de la fiesta.
¿Qué se les ocurre ahora? ¿Qué quieren que haga? - Dijo RocÃo.
Nos miramos pensando qué decir, era una gran oportunidad.
Los tres al mismo tiempo, uno por la boca, uno por el culo y uno por el coño - Dije. RocÃo sonrió.
Me senté en el sillón y le pedà que se subiera encima mio, la penetré por el culo. Mario se adelantó para metersela por el coño y Jhon se puso a un costado ofreciéndole su verga en la boca.
Que rico papis aaaah… ¿Asà se lo imaginaban?... ¿Les… les… ah gusta? - DecÃa RocÃo entre gemidos.
TenÃamos razón sobre ella eh? - Dijo Mario.
Sé que tienen drogas, yo quiero - Dijo RocÃo.
Le dimos algo de cocaÃna y se volvió loca. Jhon y yo nos sentamos de nuevo a observar. Mario taladraba en cuatro con sevicia a RocÃo mientras ella se agitaba golpeando su cuerpo contra Mario. De repente mi esposa empujó a Mario y fue directamente sobre Jhon, se dio media vuelta y mostrándole las nalgas le agarró la verga y se la encajó en el coñó para empezar a saltar.
Ustedes hablaban de mÃ, de que yo era atrevida. Ahora yo voy a hablar de ustedes… Voy a decir quien tiene la mejor verga - Dijo RocÃo.
La verga más rica - Continuó - Es la más rica porque es ancha y larga, porque tiene una cabeza grande… y es la de mi esposo
Acto seguido se levantó de Jhon y vino hacia mà para montarse en mi verga.
Aaaaah… Papi que delicia ¿Te gusta que me follen tus amigos? - Me dijo.
SÃ mi amor me encanta
Bueno, vengan, hay más huecos disponibles… y quiero dos vergas en el chocho
Aquello fue nuevo. La verga de Mario se restregó sobre la mÃa buscando un espacio dentro del coño de mi esposa. Se sintió bien y ella lo disfrutó mucho. Para el gran final RocÃo nos pidió que eyacularamos sobre ella. Salimos al patio, se puso de rodillas en la grama y nos pajeamos con la ayuda de su lengua hasta soltar bastos chorros de leche que cubrieron sus ojos.
RocÃo se fue al baño, Jhon y Mario se fueron para sus casas. Me acosté en la cama. Mi esposa salió desnuda y coqueta.
¿Te gustó eso? - Preguntó.
Me gustó mucho
Fue divertido. Y te mereces una recompensa
¿De qué hablas?
Buscó su teléfono y mientras se acomodaba entre mis piernas para mamarme la verga, me mostró un chat. Un chat con Sonia. Además habÃan enviados unos 5 videos con todo lo que habÃa pasado allÃ.
¿Qué hiciste? - Le pregunté asustado.
Te conseguà un polvo mi amor… Sonia quiere hacer lo mismo - Dijo.
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